La Liga expresó su enérgica condena a la reanudación de las operaciones militares, especialmente los ataques contra civiles inocentes en la Franja de Gaza.
Su Excelencia secretario general y presidente de la Asociación de Eruditos Musulmanes, Dr. Muhammad bin Abdul Karim Al-Issa, en un comunicado emitido hoy, afirmó que la Asociación, en nombre de sus “consejos”, “órganos” y “asambleas”, condena enérgicamente aquellos crímenes que despreciaron las vidas de personas inocentes, el asesinato de niños y mujeres, destacando que la comunidad internacional debe cumplir su responsabilidad internacional de preservar la seguridad de los civiles que están en el punto de mira de esta guerra, en un contexto de barbarie y venganza colectiva que no se ajusta a la religión ni la lógica, sino más bien un alejamiento de los valores de todas las religiones, y de las leyes y principios humanitarios “internacionales”.
Esto fue confirmado por altos líderes religiosos de las tres religiones, citando textos religiosos que incluían “los Diez Mandamientos… y otros”, establecidos en los textos de esas religiones.
El comunicado advirtió que esta guerra presagia una peligrosa división entre naciones y pueblos, agotando un recurso cultural que han reconstruido a través de continuos esfuerzos frente a un pasado que no está lejos de nosotros, y que persiste en todos desde hace muchos años: (odio, racismo, injusticia, conflicto y enfrentamiento).Señalo que el desastre de Gaza, con sus mecanismos de apoyo mediático “engañosos y sesgados”, estará entre los peores desastres de la humanidad después de Segunda Guerra Mundial y la derrota del nazismo y sus aliados, y la mayor brecha que se Segunda Guerra abrirá en la armonía y la amistad de las naciones y los pueblos, y “no se puede justificar el delito de asesinato premeditado y menospreciar la vida de sus víctimas”.
Dijo que la esperanza está en la vigilancia de la comunidad internacional para actuar de manera decisiva para detener esta barbarie sangrienta que en realidad no representa ninguna religión, ninguna nación o un pueblo consciente, sino que representa su tendencia criminal extrema.